Dragmáticas - Capítulo 2: Historias de Hotel.
Por Candelaria Saldaño Vicente
El 9 de agosto pude asistir al segundo capítulo de Dragmáticas: “Historias de Hotel”. En Espacio Urda.
El movimiento Drag queen, en Córdoba, ha tenido mayor trascendencia en los últimos tiempos. En este caso, Dragmáticas (acrónimo de “Drag” y “dramáticas”) trae una propuesta que roza lo clásico en este tipo de espectáculos queer, sin dejar de contar problemáticas socio-económicas y culturales propias del espacio geográfico donde vivimos.
La propuesta escénica, en general, atrae la atención de sus espectadores/as más por su impronta estética.
Si bien, el espacio se vio atravesado por muchas tangentes que no fueron apropiadas para disfrutar aún más el espectáculo, ya sea la cantidad de gente comiendo y hablando por sobre las voces de algunas drags, las mesas y la distancia, la energía en general fue muy agradable.
Cada historia tuvo sus momentos dulces, dolorosos, alegres y delirantes. Pero todo dependía del modo en que fuese contado. Es por eso que quisiera destacar a dos de las drags y una bioqueen: Betty La Cueva, Pruna y Pony Von Taylor.
Betty La Cueva, una chica/señora de la élite (o que pretende serlo) impecable desde el tocado de piel negro hasta la punta de unos tacones rojos divinos. Elegante y de gran estatura, su outfit y sus accesorios, facilitaron parte de su performance. Ella fue una de las drags con mayor presencia escénica. Súper establecida en escena, Betty, fue alguien que tuvo toda la actitud. Esa actitud, que se tiene o no, la cual fue de gran relevancia y definitivamente la ayudó en varios momentos de furcios o problemas técnicos. Aunque por momentos su lip sync no fue en sincronía justa, su historia de des-amor causó alegría, emoción y estupor, mayormente gracias a la energía que carga el intérprete. Felicitaciones.
Pruna, la más joven de las chicas drags, ingresó a escena trayendo toda la frescura justa y necesaria en este espectáculo. Se puede ver el trabajo del intérprete, la dedicación y la posibilidad de desdoblar una situación y llevar al/ a la espectador/a a donde ella lo necesita. Pruna contó su historia, una “niñita bien” que vive al resguardo y del dinero del padre, entre otras cosas. Ella fue una de las únicas que mejor se manejó en el lip sync y que a pesar de los nervios, pudo sostener la energía y atención del público. Este intérprete tiene una gran energía y mucho potencial, debe encontrar mayor firmeza para perder ese temor que por momentos hizo que su voz no se escuchara del todo. Felicitaciones Pruna, tu performance (junto con la de Pony) fue una de las más entretenidas, mejor sostenidas, ocurrentes y animadas.
Pony Von Taylor, la única bioqueen (mujer que utiliza la estética drag para seguir explorando su femineidad a través de la extravagancia de esta estética) de la obra. No por nada fue el cierre del “capítulo” de esa noche. Se pudo ver el carisma y la gracia que tiene en escena. Tomando el control de la escena sin tapujos, escogiendo cada tópico y cada canción de forma meticulosa, Pony logró ir más allá en cada uno/a de quienes espectábamos esa noche. Logrando que los y las espectadores/as disfrutaran a pleno.
Mención especial a Furia, la drag que supo desenvolverse en escena con delicadeza y ternura.
Dragmáticas es una de las nuevas propuestas Drag en Córdoba Capital. Aunque no la única. Esta obra es un momento de disfrute, relax y reflexión.
Si tienen la oportunidad de ir a verles, ¡Vayan!.
El 9 de agosto pude asistir al segundo capítulo de Dragmáticas: “Historias de Hotel”. En Espacio Urda.
El movimiento Drag queen, en Córdoba, ha tenido mayor trascendencia en los últimos tiempos. En este caso, Dragmáticas (acrónimo de “Drag” y “dramáticas”) trae una propuesta que roza lo clásico en este tipo de espectáculos queer, sin dejar de contar problemáticas socio-económicas y culturales propias del espacio geográfico donde vivimos.
La propuesta escénica, en general, atrae la atención de sus espectadores/as más por su impronta estética.
Si bien, el espacio se vio atravesado por muchas tangentes que no fueron apropiadas para disfrutar aún más el espectáculo, ya sea la cantidad de gente comiendo y hablando por sobre las voces de algunas drags, las mesas y la distancia, la energía en general fue muy agradable.
Cada historia tuvo sus momentos dulces, dolorosos, alegres y delirantes. Pero todo dependía del modo en que fuese contado. Es por eso que quisiera destacar a dos de las drags y una bioqueen: Betty La Cueva, Pruna y Pony Von Taylor.
Betty La Cueva, una chica/señora de la élite (o que pretende serlo) impecable desde el tocado de piel negro hasta la punta de unos tacones rojos divinos. Elegante y de gran estatura, su outfit y sus accesorios, facilitaron parte de su performance. Ella fue una de las drags con mayor presencia escénica. Súper establecida en escena, Betty, fue alguien que tuvo toda la actitud. Esa actitud, que se tiene o no, la cual fue de gran relevancia y definitivamente la ayudó en varios momentos de furcios o problemas técnicos. Aunque por momentos su lip sync no fue en sincronía justa, su historia de des-amor causó alegría, emoción y estupor, mayormente gracias a la energía que carga el intérprete. Felicitaciones.
Pruna, la más joven de las chicas drags, ingresó a escena trayendo toda la frescura justa y necesaria en este espectáculo. Se puede ver el trabajo del intérprete, la dedicación y la posibilidad de desdoblar una situación y llevar al/ a la espectador/a a donde ella lo necesita. Pruna contó su historia, una “niñita bien” que vive al resguardo y del dinero del padre, entre otras cosas. Ella fue una de las únicas que mejor se manejó en el lip sync y que a pesar de los nervios, pudo sostener la energía y atención del público. Este intérprete tiene una gran energía y mucho potencial, debe encontrar mayor firmeza para perder ese temor que por momentos hizo que su voz no se escuchara del todo. Felicitaciones Pruna, tu performance (junto con la de Pony) fue una de las más entretenidas, mejor sostenidas, ocurrentes y animadas.
Pony Von Taylor, la única bioqueen (mujer que utiliza la estética drag para seguir explorando su femineidad a través de la extravagancia de esta estética) de la obra. No por nada fue el cierre del “capítulo” de esa noche. Se pudo ver el carisma y la gracia que tiene en escena. Tomando el control de la escena sin tapujos, escogiendo cada tópico y cada canción de forma meticulosa, Pony logró ir más allá en cada uno/a de quienes espectábamos esa noche. Logrando que los y las espectadores/as disfrutaran a pleno.
Mención especial a Furia, la drag que supo desenvolverse en escena con delicadeza y ternura.
Dragmáticas es una de las nuevas propuestas Drag en Córdoba Capital. Aunque no la única. Esta obra es un momento de disfrute, relax y reflexión.
Si tienen la oportunidad de ir a verles, ¡Vayan!.
Fotos tomadas del sitio online del elenco.
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